Magda Genestar
Pintora
“Un día cayó en mis manos una muñeca muy especial, una muñeca de trapo.
Comencé a pintar esta muñeca en mis cuadros cuando nadie lo hacía porqué para mi era la hija que nunca tuve. En mi estudio, muchas veces, abrazaba a aquella muñeca como si fuese mi niña.
Cuqui es la ternura, el cariño, el amor, porqué esta muñeca era capaz de dar todo eso a una madre que nunca había tenido a su hija.
He cambiado varias veces de casa, mi vida ha dado muchas vueltas, pero las muñeca siempre estaba a mi lado. Durante dos años viví sola y Cuqui siempre estaba en mi sala de estar. La muñeca llenaba un vacío y formaba parte de mi vida. Muchas veces le había hablado cuando tenía problemas; solía llamarla “Cuca” o “tesoro mío”.
Ahora vuelve a estar en mi estudio que es, en realidad, el rincón donde me encuentro más a gusto”.
Magda Genestar, pintora.